Sep
El mundo de hoy
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Hace unos años, la Comunidad tuvo un cursillo sobre “Doctrina social de la Iglesia “, impartido por Fr F.Javier Leal (hoy lejos de las Españas); realmente me preguntó si de verdad nos interesaba,¡ por supuesto!, contesté; no sabíamos absolutamente nada de todo ello. No es que ahora sepamos mucho, pero tienes una idea más clara; y lo que supone esta para las monjas contemplativas estar al día de la moral social.
No podemos vivir, CON OTROS OJOS”, sin conocer tantas y tantas cosas e ideas, político-sociales, sobre las noticias que nos llegan día a día, de este mundo nuestro, y por el que vivimos apasionadamente.
¡Cómo quisiéramos que todo el mundo supiese, que tras las “rejas “, viven una serie de mujeres que oran intensamente ¡.
Sí, por todos y cada una de las personas que nos lo piden, por los que ni siquiera cuentan con nosotras, por los que nos consideran seres parásitos de la sociedad, por los que a veces socarronamente hacen anuncios soeces acerca de las monjas, o de curas, e incluso de la Iglesia en general, por tanta violencia y agresividad,con la que diariamente convivimos, poe el exceso de individualismo, que no de intimidad,(creo que no la hay ) ; y sobre todo, por la “dichosa apariencia”, el tener más,el parecer más y el no querer ser verdaderamente persona.
¡Hasta que hemos comprendido muchas actitudes, nos ha costado!, no lo niego, pero seguimos creyendo y confiando plenamente en la BONDAD, en la VERDAD, en la ENTREGA. Si con cualquiera de nosotros el Señor se vuelca, y derrama todo el Amor, y no nos abandona, ni en un momento, ¿por qué no seguir creyendo en la conversión?.¿Qué supone una palabra, un testimonio, una sonrisa e incluso escuchar a las personas?.
Queremos ser con nuestra vida una continua memoria de Dios y de la compasión de Domingo Nuestro Padre. Ya que las personas, llegan a los Monasterios continuamente pidiendo oración, e intercesión a Dios; y así contribuir a que la falta de fe en nuestro entorno se contraponga con una vida de fe.
Este mundo que nos rodea, no pide más y más que oremos por sus intenciones y escuchemos sus necesidades.