Oct
Alegría
1 comentariosAceptar las críticas es sabiduría y terapia, pero hay que confiar, quien no confía no se comunica, no se relaciona, y además la desconfianza es falta de fe, primero en uno mismo, en los otros y en Dios.
Pero sobre todo quiero hacer hincapié en que nos falta buen humor, sentido del humor, la risa, la alegría ¿no es algo que ahora se utiliza la risoterapia? Hasta los niños están tristes, unos porque tienen de todo, otros porque no lo tienen, quieren jugar y en las guerras (solapadas) les dejamos minas que les destrozan..., ¿entonces? La sociedad nuestra no es mejor ni peor que en otros tiempos, sólo cambian las circunstancias, las personas, los valores, pero busquemos la belleza que no es un atributo de las cosas en sí. Sólo existe en la mente del que la contempla.
Por eso cuando se habla de las apariencias quiero terminar cona frase de la Madre Teresa de Calculta: "Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie" y yo quiero parafrasear: Sí somos para Dios porque somos seres sagrados.