Jun
Confía
1 comentariosLa experiencia es la gran maestra en la vida, a veces cruel, y dolorosa, pues conlleva en numerosas ocasiones sufrimiento y dolor, donde uno empieza a cuestionarse ante todo y por todo, pero de pronto dices -para-; no quiero seguir, porque lo único que me lleva es a complicarme más. Y entonces entra dentro de uno mismo el Abandono, (Sé de Quién me he fiado, II Tim 1,12). Y la Paz interior va ganando todo el ser; ¡Qué confianza!
Fiarse -con, la teoría gana su sentido práctico, real, y el corazón se va haciendo blando, tierno y compasivo. Ahora ya la triste paradoja surrealista de la vida que nos dice que seremos felices con, tener, poseer, aparentar..., pierde el valor y tanta violencia, prepotencia, imposición, control, etc... no valen nada, nada, nada.
El corazón Confía, toda la persona se hace dialogante, porque existe esa confianza, y valga la redundancia, hay diálogo, hay escucha, termina la violencia y empieza el entendimiento.
Sólo con la confianza podremos acercanos unos a otros, porque nace de una credulidad y genera cercanía, acogida, amor, disculpa, comprensión. ¿Qué más se puede decir? Creo que ya sobran las palabras, y que cada uno de nosotros, ponga en la vida su granito de confianza, pues a la vez como dijo Teilhard de Chardin Adoramos.