El sentido de la vida, lo encontramos en la satisfacción personal, que cada uno ha considerado a bien proponerse.
Este pensamiento lo he ido viendo poco apoco en las conversaciones que he tenido sobre todo con jóvenes, con los cuales el problema generacional y social se agudiza mucho, ya que lo que era un ideal para mí o mi generación, a ellos, tal como se tiene que abrir paso en la vida, creo que no les convence demasiado.
Se siente uno, no viejo, pero sí con una experiencia, de vida, la cual significa que ha sido y es el motor de todo.
Todo esto viene a cuento por la dicha conversación; fue enjundiosa, con un joven de 21 años; él ya había tenido una experiencia de “estar perdido” “y sin saber por dónde tirar”. No en cuanto a drogas, alcohol, u otras cosas parecidas, sino en lo más normal, los estudios, las chicas, amigos…Fuera de casa, se mostraba amable, para ganarse el cariño, que ni el mismo sentía por sí. y dentro, en casa , con los que le querían y él quería entrañablemente, era realmente irascible, se daba cuenta y se volvía peor, con un sentimiento de fracaso, soledad-rodeada, e incomunicación por bloqueo. (Para lo que se vive ahora nada importante). Sí, se hace preguntas sobre la vida, su sentido y sobre todo, el sufrimiento y la muerte, pero no puede creer. Utiliza la típica frase: “Te respeto, pero no lo comparto”, que para mí es cómo no decir nada, o, decir, no, “no te arrollasen fin una serie de innumerables no-razones, para buscar algo de sentido y hacer un propósito de vida por propio esfuerzo.
Luego leo, medito y contemplo ¡Es Adviento ¡ y quiero parafrasear unas frases:
“¿Alguna vez has deseado tanto ver a alguien que te duela el corazón? ¿Alguna vez has deseado tanto ver a alguien que te duela el corazón? ¿Cómo será sentir el deseo de ver el rostro de Dios con profunda pasión y amor, más grande incluso que el amor humano más intenso que hayamos experimentado? ¿Alguna vez has deseado tanto ver a alguien que te duela el corazón?
¿Sentimos este dolor por Dios?”.
Y al hacerme estas preguntas yo misma, creo que el sentido de mi vida es vivir con ojos bien abiertos, para ayudar, al sentido de vida de este joven o a la mía propia, algo tan, tan vital, que pueda transparentar la experiencia, donde valgan más que palabras y escritos,( que ni decir quedan tan manidos) , que la vida hable por si sola y creer. Que este sentido sea en mi vida lo que duela tanto, para que en mi se produzca la conversión contagiando con la alegría elcamino que arrastra.
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