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Dic2015Calendario de evangelización del cristiano
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Dic
de Sor María Dolores Pérez Mesuro
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En el Evangelio del domingo 21 de junio, San Marcos, nos habla de la tempestad del lago y cómo el Señor increpa al viento y al mar haciendo volver la calma, pues aunque dormido en popa, escucha el grito de los discípulos que le dicen “…¿No te importa que nos hundamos?”… Rápidamente me ha venido a la mente tantas pateras, barcazas lanchas, repletas de inmigrantes de toda condición, edad, religión y distintas diferencias que se pueden decir, que salen de su país y quieren… LA OTRA ORILLA. Constantemente se dice y se oye:¿ cómo Dios permite tantas muertes inútiles a manos de mafiosos, engañándolos de mala manera? eso como mínimo, y yo pienso: “Él estaba allí, dormido”. ¿Quién es el cobarde que no se da cuenta? no tenemos fe. Dios está con todos y cada uno ,buscándonos, y los tratamos como mercancía que llegan (si es que llegan). La UE marca cuotas para que los países se comprometan a tener cierto número de inmigrantes. Otros países no quieren saber del tema etc…(las noticias que todos conocemos y de las cuales opinamos). Cuotas, números, muertos, vivos, barcazas, pateras… un sinfín de palabras que bailan cada día en los periódicos, en las noticias, al son de las interminables siglas en español, inglés; de partidos políticos, de organizaciones… Todo tan surrealista, la vida no cuenta para todos igual; como dice el Papa tenemos una indiferencia.¿ Será también “Santa indiferencia”?. Quiero decir o mejor decirme: ¿Le podemos contestar, Señor tenemos fe, pero pequeña , pequeña en confianza auténtica? aunque lo vistamos de religioso todo. Vivimos en un mundo que nos tratamos, justo, justo como Tú no querías , Y nosotras monjas enamoradas de ti Cristo “ EN_AMOR_DADAS”, tendríamos que confiar ciegamente que la vida empieza dónde no se ve , ni es noticia, que Tú eres la Palabra encarnada en ellos. Las tempestades las provocamos nosotros y ellos nuestros hermanos inmigrantes son las que las sufren, confiando plenamente que en LA OTRA ORILLA ESTÁ LA VIDA.