Sep
ARMONIA
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Ante todo quiero unirme a mis hermanos, que desde Roma nos mandan la crónica o las experiencias vivenciales que supone el Capitulo; el asistir a él, vivirlo, y SER ORDEN DE PREDICADORES, ejerciendo todos los derechos que como tal tiene. Gracias, muchas gracias
A nosotras las monjas nos llegó una carta de despedida del mismo Fr Carlos, en la que como a todos y cada uno, se nos recuerda, “que somos hermanos, para que tengamos vida “y que "nunca nos ha faltado cosa alguna". Son las dos cartas principales que durante estos años nos ha dirigido para animarnos a seguir viviendo, sin tener miedo, y ser Familia Dominicana en pleno la "Santa Predicación".
Siempre es una gracia y un don muy grande la elección de un nuevo Maestro, y ahora , gracias a la época que vivimos, tenemos en el Capítulo 2 representantes de las monjas , con lo cual todos los Monasterios "desde que sale el sol hasta el ocaso", es decir en todo el mundo, oramos al E. Santo junto con toda la Orden, es decir al mismo ritmo, para que la Palabra que se predica, no vuelva vacía sino que sea abundante en el apostolado, y que nuestro Camino, Verdad y Vida es decir CRISTO, sea siempre el Norte el fin último ya que ha sido el principio de nuestro amor.
La carta de despedida nos dice ¡Enseñadnos la Orden! ¡Formadnos en la Orden!, ya que las primeras monjas no tuvieron otro Maestro que Sto. Domingo, que les formase en la Orden. Nosotras os pedimos :¡Llenaos de la Palabra, derramadla por los caminos, hablad sólo de Dios o a Dios, y una vez vacios volved a llenaros de la Palabra, para compartirla igualmente en la Eucaristía, y en el prójimo, sobre todo el más cercano que es la Comunidad!.
Así todos seremos FIELES a la VIDA.